Un delito común con un móvil económico. Sin descartar la posibilidad de que el agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) José Antonio Bernal fuera asesinado en Bagdad por razones políticas, la policía iraquí mantiene como tesis de trabajo que se trató de un crimen motivado por dinero.

"Como hipótesis, a falta de finalizar la investigación, creo que se trata de un delito común", declaró ayer a un grupo de periodistas españoles el coronel Raad, comisario jefe de la comisaría del distrito de Al Yarmuk y encargado de la investigación.

El comisario no concretó qué quiere decir móvil económico, un concepto vago que abre posibilidades tan distintas como que los asesinos pretendieran robar o que fueran sicarios pagados para matar a Bernal, entre otras posibilidades.