El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, anunció ayer que su país "hará todo lo posible" para frenar la investigación abierta por la Audiencia Nacional. "Quien califique el asesinato de un terrorista como un crimen contra la humanidad vive en un mundo al revés", afirmó en un comunicado Barak, que es candidato laborista a las elecciones de febrero y va tercero en las encuestas, por detrás de Binyamin Netanyahu (Likud) y la ministra de Exteriores, Tzipi Livni (Kadima). Livni llamó a su homólogo español, Miguel Angel Moratinos, para protestar ante una decisión "política y no jurídica", según el ministerio israelí.

En esa llamada, dijo un portavoz español, Moratinos explicó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero respeta las decisiones judiciales, aunque afirmó que trabajará para que esa medida tenga "el menor impacto" en las relaciones bilaterales, y tratará de encontrar "una solución satisfactoria" al asunto.

El principal imputado, el exministro de Defensa Binyamin ben Eliezer, ahora titular de Infraestructuras, tildó el auto de "ridículo" y "escandaloso". El caso no llega en el mejor momento para el Gobierno español, que hace tres semanas evitó un rifirrafe diplomático con Tel-Aviv por la manifestación que recorrió las calles de Madrid con una pancarta en la que se leía Paremos el genocidio en Gaza.