Las supuestas componendas entre el Gobierno y la jerarquía eclesiástica irritaron ayer al diputado de IU, Gaspar Llamazares, quien criticó la "actitud ambigua y de renuncia" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Al Gobierno y al PSOE se le va la fuerza por la boca con la Iglesia, que les ha tomado la medida", aseveró. El reproche de Llamazares se basó en gran medida en la decisión del PSOE de aplazar en el Congreso sus conclusiones en el grupo de estudio sobre la reforma del aborto. "Ningún grupo parlamentario va a tolerar que el Gobierno ponga la agenda del Parlamento al servicio de sus relaciones con el Vaticano", sentenció Llamazares.