El expresidente del Gobierno de Baleares y exministro de Medio Ambiente en el Ejecutivo de José María Aznar, Jaume Matas, irrumpió ayer en el caso Palma Arena para defender su gestión y se mostró dispuesto a comparecer ante el juez para aclarar cualquier cuestión sobre el proceso de contratación de las obras de esta infraestructura, que se presupuestó por 48 millones de euros y costó al final casi un centenar.

El ofrecimiento lo hizo a través de su abogado, Rafael Perera, ya que actualmente Matas reside en Estados Unidos. El expresidente ha salido a la palestra el mismo día en el que el juez José Castro, que instruye el caso, ha citado para declarar como imputado el próximo día 31 de agosto a su cuñado y gerente del PP en Baleares entre el 2003 y el 2007, Fernando Areal. El abogado de Matas respondía así también en nombre de su cliente a las últimas declaraciones ante el Juzgado de Instrucción número 3 del expresidente del consorcio público para la construcción del Palma Arena y actual portavoz municipal del PP en Palma de Mallorca, Rafael Durán, y del exconsejero de Deportes balear, Pepote Ballester, ambos imputados en el caso. Los dos se desvincularon ante el juez de las decisiones económicas que se adoptaron durante la construcción del velódromo y que están siendo investigadas y las atribuyeron "a instancias superiores".

No es la primera vez que Matas se ofrece para declarar en casos relacionados con su época como presidente balear, pero hasta ahora estas ofertas no se han hecho realidad porque ningún juez ha pedido aún su presencia.