Ala espera de la nueva condena que hoy le impondrá la Audiencia Nacional, el preso de ETA Iñaki de Juana Chaos reanudó ayer la huelga de hambre que interrumpió el pasado 8 de octubre, tras dos meses de ayuno. El tribunal que le juzgó el 27 de octubre por dos artículos publicados en el diario Gara ha acordado por unanimidad condenarle, por un delito de amenazas terroristas, a 12 años y medio de prisión.

Askatasuna, asociación de apoyo a los presos etarras, anunció ayer que el etarra De Juana había rechazado el desayuno que se le había servido en la prisión madrileña de Aranjuez, y que iniciaba otra huelga de hambre en protesta por su segura condena.

De Juana fue procesado por los citados artículos en el diario Gara en el 2005, cuando se disponía a recobrar la libertad después de cumplir el tope legal de 18 años de cárcel de los 3.000 años que le habían impuesto por 25 asesinatos. Si no median medidas de gracia, esta pena puede aplazar su excarcelación más de una década.

ESCOLLO PARA EL DIALOGO La sentencia es una mala noticia para el Gobierno, pues el anterior ayuno de De Juana, el pasado verano, reactivó los actos de violencia callejera en el País Vasco y contribuyó al actual bloqueo del proceso de paz.

De hecho, fue la mediación del obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, la que llevó al etarra a dejar la huelga de hambre, mientras el fiscal reducía de 96 a 13 años la petición de pena para él por amenazar en sus artículos a varios responsables de prisiones. Ahora, con esta condena, un nueva espiral de protestas y de kale borroka podría complicar aún más el inicio del ya encallado diálogo entre el Gobierno y ETA.

En la vista oral, el fiscal Jesús Alonso planteó al tribunal dos condenas alternativas: hasta 13 años de cárcel por amenazas terroristas o solo cuatro, por actividad terrorista en concurrencia con un delito de enaltecimiento del terrorismo. Los jueces han acordado aplicar el primer tipo penal en la franja más alta.