La Guardia Civil clausuró ayer por orden judicial el diario Euskaldunon Egunkaria (El Periódico de los Vascos, en castellano) y detuvo a 10 personas, miembros actuales o pasados de su directiva, entre ellos al director, Martxelo Otamendi.

La operación, en la que participaron 300 agentes, incluyó 21 registros en domicilios, empresas y asociaciones culturales vascas, en donde se intervino material informático y documentos.

El auto del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo enmarca el operativo en una investigación sobre la presunta instrumentalización de la empresa editora del diario "dentro de la estrategia terrorista". El cierre fue condenado por el Gobierno vasco, los partidos nacionalistas y entidades de apoyo al euskera.

DETENCIONES

Los agentes clausuraron la sede central del diario en Andoain (Guipúzcoa) y las delegaciones de Bilbao, Vitoria y Pamplona. Todas fueron registradas ayer, al igual que las sedes de la Federación de Ikastolas (escuelas privadas en euskera) en San Sebastián y de las revistas Argia y Jakin , entre otras empresas, por ser los lugares de trabajo de algunos detenidos.

Los 10 arrestados, además del director, son el presidente del consejo de administración del diario, Juan Mari Torrealdai; el consejero delegado, Iñaki Uria; el miembro del consejo y exgerente Fermín Lazkano; el subdirector, Xabier Oleaga; el primer director que tuvo el periódico, Peio Zubiria; el exdirigente de HB Xabier Alegria; la gerente Inma Gobila; el directivo de la empresa Egunkaria Sortzen y exconsejero Luis Goya, y el miembro del consejo asesor y subdirector de la emisora Herri Irratia, Txema Auzmendi. El juez Del Olmo sostiene que Alegria, miembro de KAS y administrador único de la empresa editora del extinto diario Egin, es el supuesto enlace del diario clausurado ayer con ETA.

Otamendi está sometido a un proceso judicial por una entrevista a dos etarras que publicaron conjuntamente Egunkaria y Gara el 6 de junio del 2001.

Los agentes de la Guardia Civil entraron en la sede central de Egunkaria a las cuatro de la madrugada de ayer, y poco después en las delegaciones de Bilbao, Vitoria y Pamplona. Las detenciones se produjeron de noche en los domicilios particulares. Los trabajadores del diario expresaron su preocupación por el delicado estado de salud de uno de los arrestados, Peio Zubiria.

El auto del juez subraya que la operación se enmarca en la investigación de un presunto delito de pertenencia o colaboración con ETA de los detenidos, que habrían instrumentalizado las sociedades Egunkaria Sortzen SL, fundadora del periódico; Egunkaria SA, empresa editora, y el propio diario. Del Olmo sostiene que ETA "intervino en la creación, designación de directivos y dinamización del diario" y que ayudó a su financiación.

VALORACIONES DISPARES

El ministro de Justicia, José María Michavila, aseguró que el periódico "es un instrumento de la acción terrorista", y explicó que la operación "está hecha con mucho fundamento".

Sindicatos, asociaciones a favor del euskera y sectores del ámbito educativo denunciaron la operación, que calificaron de "agresión al euskera y a la cultura vasca". Los partidos del Gobierno vasco se sumaron a las críticas y expresaron su apoyo a las movilizaciones que se convoquen. El Ejecutivo Juan José Ibarretxe habló de "medida de excepción" y reclamó al juez una clarificación.

El PNV y EA consideran lo ocurrido un ataque a la libertad de expresión y un intento de vincular elementos básicos de la identidad vasca con el terrorismo.