El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, expresó ayer su "satisfacción" por el resultado de las negociaciones entre el Reino Unido y Gibraltar sobre la reforma de la Constitución del Peñón. Dijo que el punto más polémico del texto --la referencia al derecho de autodeterminación, incluida desde 1969 en la Carta-- no traspasa las "líneas rojas" que había marcado el Gobierno español y respeta "todos los derechos" de España sobre el enclave previstos en el Tratado de Utrecht para el caso de una descolonización británica.

Moratinos atribuyó ese resultado al ambiente "afable y constructivo" que impera en estos momentos en las relaciones entre el Reino Unido y España y dijo que todo ello facilitará las conversaciones del foro tripartito que pusieron en marcha en el 2005 los dos países y el Peñón.

INTERESES INTACTOS El ministro hizo estas declaraciones en Córdoba al concluir las negociaciones del nuevo texto constitucional de Gibraltar entre las autoridades del Peñón y el Reino Unido. El debate no está cerrado, ya que proseguirá en el seno del Ejecutivo británico antes de que trascienda el documento definitivo. Moratinos ha recibido, sin embargo, "garantías" de su homólogo británico, Jack Straw, de que los intereses de España no se verán afectados.

En esa línea se pronunció ayer en Londres un portavoz del Foreign Office, quien, en una breve declaración, dijo: "Gibraltar hizo varias propuestas sobre la mención de la autodeterminación en la nueva Constitución. Estas propuestas no alteran el estatus internacional de Gibraltar y aún se están estudiando". La delegación gibraltareña salió disconforme del encuentro, ya que aspiraba a que la referencia al derecho de autodeterminación le abriera las puertas jurídicas a la soberanía.

TRES MISIVAS El Gobierno español da por seguro que no se producirán sorpresas en el camino hacia la aprobación definitiva del texto constitucional. Según fuentes diplomáticas, Moratinos ha estado "muy coordinado" con su homólogo británico, Jack Straw, en todo el proceso negociador, y Straw se ha comprometido a garantizar por escrito, mediante tres cartas distintas, que los derechos de España sobre Gibraltar consagrados en el Tratado de Utrecht se mantienen intactos.

Una carta se la dirigirá en breve al propio Moratinos, enunciando de modo explícito dichas garantías. La otra la enviará al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para dejar claro que el texto no cuestiona las distintas resoluciones de esa institución respecto a Gibraltar. La tercera misiva, a más largo plazo y con rango constitucional, la mandará al Gobierno gibraltareño.