El discurso del abad Soler, de 62 años, se halla a años luz del que practica la mayoría del episcopado español e incluso buena parte de los obispos. Hace tres años, en una entrevista, el abad sostenía que el PSOE no perseguía a la Iglesia, "ocurre que le ha colocado algunos retos delante que no son fáciles", dijo, y que los matrimonios gays obedecían a "una realidad que el Parlamento debía regular".