El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro de Marruecos, Dris Yetú, acordaron ayer en Sevilla la puesta en marcha de programas de acción conjunta para atender a inmigrantes tanto en el propio reino alauí como en los países emisores.

Ambos dirigentes coincidieron en que la solución a la inmigración irregular pasa por aumentar la cooperación. Yetú añadió que Marruecos asumirá todas sus responsabilidades.

Después de sostener que la inmigración ilegal no es sólo un problema de Marruecos, Rodríguez Zapatero anunció que la Unión Europea duplicará los fondos destinados a la inmigración y que destinará 400 millones de euros más para estas políticas, el doble, precisó, de lo que ahora se presupuesta.