El expresidente del Gobierno balear Jaume Matas no pisará la cárcel de momento, pero el depósito que ayer hizo de la fianza de tres millones de euros impuesta por el juez José Castro levantó un tsunami de suspicacias en Mallorca. Mientras él estaba en Madrid y se le veía paseando cerca de su piso --cuya propiedad está bajo sospecha-- su abogado, Rafael Perera, aparecía en los juzgados de Palma y hacía público que el depósito se había hecho en Banesto a través de dos transferencias bancarias de 1,5 millones de euros cada una. Poco después de que el letrado hiciera acto de presencia, se levantaban las dudas sobre el origen del dinero con el que Matas elude la prisión y que, según el juzgado, habría depositado en efectivo y sin avales bancarios. Fuentes judiciales aseguraban ayer que Castro abrirá una investigación para determinar el origen de este dinero, ya que el incremento del patrimonio de Matas es uno de los asuntos que se investigan en el caso Palma-Arena , que indaga la presunta trama de corrupción en torno a la construcción del velódromo de Palma.

A efectos del juzgado de Palma, el abono de la fianza se realizó en efectivo y no presentó avales para acreditar que dispone de propiedades por ese valor. Según su abogado, Matas habría obtenido el dinero para la fianza a través de créditos sustentados en su patrimonio y en "terceras personas". El expresidente balear ordenó dichas transferencias el martes y procedían, a partes iguales, del Banco de Valencia y de la Caja de Arquitectos Sociedad Cooperativa de Crédito. Con la última entidad, Matas ya tenía una hipoteca por la compra de Can Sales Menor, el palacete de Palma que Castro sospecha que Matas habría adquirido de forma fraudulenta.

El Banco de Valencia confirmó ayer a Europa Press que concedió "un crédito puente" a Matas "tanto por la antigüedad como cliente del expresidente como, sobre todo, por las garantías reales y personales que se le han ofrecido". Fuentes de entidades bancarias consultadas se mostraron ayer sorprendidas porque las transferencias se hubieran hecho en efectivo y la calificaron de poco "usual". El presidente balear, Francesc Antich, echaba leña al fuego y decía que ni él ni muchas familias podrían pagar la fianza que le impuso el juez.

Hasta ayer Matas había guardado silencio sobre su declaración y sobre las medidas cautelares que le impuso el juez. Anoche rompía el mutismo a través de una entrevista al canal auto- nómico IB3, que también aparece en el auto del juez por presuntas irregularidades en la adjudicación de varios encargos.

En la entrevista grabada, el expresidente insistió en su inocencia y calificó la fianza de "desproporcionada". Se quejó de que se haya quedado sin su trabajo en Pricewaterhouse, donde tenía un "muy buen contrato", y recriminó a Castro que dictara "una sentencia" (en lugar de un auto) sin probar ninguna acusación.

Matas abundó en que la fianza y el resto de medidas cautelares han supuesto un "trastorno irreparable" a su vida.