El programa del PP da una de cal y una de arena a los anhelos de autogobierno de comunidades históricas como Cataluña o Euskadi. Por un lado, amenaza con usar "los instrumentos legales procedentes" para evitar toda reforma estatutaria "que atente contra el orden constitucional". Por el otro, muestra "su voluntad de cooperar con otras fuerzas políticas en el debate de las reformas concretas que, en coherencia con los principios en que se sustenta el Estado de las autonomías, se crean necesarias y obtengan el mayor consenso".

Recuerda el programa del PP que ninguna "nación democrática" puede aceptar ningún "supuesto derecho de autodeterminación". El PP propone que se endurezcan las sanciones a los diputados absentistas, que se faciliten las comparecencias del presidente en el Senado y que el Gobierno remita informes sobre el cumplimiento de las mociones.