El presunto número uno de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, de 37 años, está considerado un miembro del sector duro de la cúpula de la banda terrorista y fue un fiel aliado de Txeroki mientras este estuvo enfrentado con Thierry. Tras la detención el pasado marzo de Ibon Gogeascoetxea, las fuentes de la lucha antiterrorista lo situaron al frente del aparato militar de ETA, puesto en el que, no obstante, algunas fuentes llegan a situarle incluso antes, tras la caída de Jurdan Martitegi, en abril del 2009.

Nacido en Pamplona el 30 de mayo de 1972, Ata ascendió rápido en la banda terrorista. Pese a su origen navarro, se crió en Alfaro (La Rioja) y regresó a la Comunidad Foral para comenzar sus estudios de Ingeniería. Allí montó la empresa Fabricados Gurpegi, que abandonó al huir en el 2003, con múltiples deudas, entre otras, a la Seguridad Social. Su madre integró la lista de Pernando Barrena en las elecciones al Parlamento de Navarro del 2007.

Antes de su huida, Mikel Carrera había formado parte de un comando legal de ETA en Navarra junto a Oihan Barandalla (que fue arrestado en Cahors en el 2007) y se le atribuye la participación en varios atentados mortales en Navarra y Zaragoza entre los años 2001 y 2003, entre ellos, los asesinatos aún no esclarecidos del presidente del PP de Aragón, Manuel Jiménez Abad, del agente de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro o de dos policías de Sigüenza.

A Carrera se le considera el responsable de haber encargado montar las bases de ETA en Óbidos (Portugal), donde se descubrieron 1.500 kilos de explosivos, de los que 300 estaban listos para ser utilizados, así como el intento fallido de montar otra en Girona. De hecho, la furgoneta que interceptó la Guardia Civil el 9 de enero en Zamora había sido alquilada por Ata en Besancón, al este de Francia.