El presidente de la Generalitat, José Montilla, vivió un accidentado final de manifestación. Hacia las ocho de la tarde, cuando la organización decidió disolver la cabecera, tuvo que ser rodeado por un fuerte cordón de seguridad para sortear a un grupo de manifestantes que le profirieron insultos y le abuchearon. Incluso un exaltado intentó agredirle.

"Españolista" y "charnego" fueron algunos de los gritos que se escucharon, además de muchas consignas independentistas. Montilla tuvo que refugiarse durante 10 minutos en la sede de la consejería de Justicia.