Convergència i Unió, PNV y ERC se mostraron dispuestos a trabajar con el Gobierno para diseñar una operación que rescate a la economía española de la crisis. Cada partido lo hizo, eso sí, con un ojo puesto en su estrategia particular.

El portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, pidió al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que deje de "disimular" con que no hay crisis y asuma la iniciativa de una vez por todas. "De lo contrario, las consecuencias pueden ser peores", le advirtió. Duran propuso reeditar los Pactos de la Moncloa (1977), en los que todos los grupos del arco parlamentario pusieron su firma para sacar a España de una situación económica explosiva, con una inflación que superaba el 40% y una deuda exterior insostenible.

Duran enhebró un discurso de palo y zanahoria, entre el clásico aquí me tiene y la dureza que le reclama exhibir con el Gobierno su socio, Convergència, cara a los presupuestos. El líder de Unió también evitó hacer guiños al PP y acusó a Mariano Rajoy y al presidente de estar "instalados en el discurso electoral".

"INSUFICIENTE MAYORIA" El portavoz convergente reclamó al jefe del Ejecutivo que haga un análisis realista y busque soluciones para reducir la inflación, aumentar la productividad, impulsar el ahorro interno y promover la liberalización. Para encontrar esas soluciones, Duran propone suscribir unos nuevos Pactos de la Moncloa que ataquen la crisis de manera integral, "con medidas a corto y a largo plazo". "Hay que reconocer, con todas las consecuencias, la realidad de la insuficiente mayoría para intentar garantizar la estabilidad", recordó.

El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, criticó que el Gobierno "haya salido huyendo hacia delante", con ideas como la paga de 400 euros. "Eso afecta de igual manera a el banquero Emilio Botín que a su jardinero", dijo. Con las elecciones vascas en el 2009, Azpiazu propuso intercambiar apoyos y condicionó posibles pactos en materia económica con el Ejecutivo a un "acuerdo" competencial en inmigración, investigación y desarrollo, y formación. "Si, por el contrario, sucumbe a los cantos de sirena de la recentralización de las políticas y sigue con las intromisiones competenciales, no le oculto que la confrontación estará servida", afirmó.

"EL MODELO NOS FRENA" El portavoz peneuvista instó al presidente a "pensar primero en lo pequeño": arbitrar soluciones desde abajo para llegar a alcanzar "un modelo de competitividad social y sostenible" similar al del País Vasco. "El modelo de Estado que usted sostiene y que niega una parte esencial del marco estatutario nos frena. Nos frena para afrontar la crisis y para transformar la economía y la sociedad hacia un modelo aún más avanzado", dijo.

Joan Ridao (ERC), que quiere mantener una puerta abierta con el Ejecutivo, fue el único que se atrevió a manifestar que muchas de las causas de la crisis "no son imputables a la gestión del Gobierno", aunque criticó que las medidas decididas hasta ahora son "coyunturales" y cortoplacistas.