El PSOE y el PP formalizaron ayer en el Congreso el acuerdo que estaban negociando desde hace un año y medio para impedir que el entorno de ETA pueda participar en las elecciones municipales del 2011.

Los dos partidos mayoritarios aprobaron --con el apoyo de CC, el voto en contra del PNV, ERC, IU e ICV y la abstención de CiU-- un informe para reformar la ley electoral que incluye una nueva figura legal que permitirá inhabilitar a los cargos electos que no condenen el terrorismo. Esta modificación concreta, que ahora deberá plasmarse en una iniciativa legislativa, se conoce con el nombre de "incompatibilidad sobrevenida" y busca evitar que militantes y dirigentes de partidos ilegalizados en el País Vasco puedan integrarse en listas electorales de otros grupos. De hacerlo, y una vez conseguida el acta, la reforma pactada les obligará a optar por renunciar al cargo o a condenar personalmente el terrorismo.

El PNV denunció otra "vuelta de tuerca" a la ley de partidos en aras de "alterar aún más el mapa electoral" del País Vasco. Los peneuvistas dudaron de la constitucionalidad de la nueva figura, al igual que ERC, IU e ICV.