En su discurso, el flamante presidente del Congreso de los Diputados describió a Alfonso Guerra como la "expresión más simbólica" de la Cámara por ser el único diputado que lo ha sido de modo ininterrumpido desde 1977. Guerra, que la víspera había manifestado en público su desacuerdo con la candidatura de José Bono, se rió en su escaño. A la salida, dijo a los periodistas que su compañero de partido se había referido a él "con toda la amabilidad del mundo" y que su comentario era "correcto y real". Sugirió que, a pesar de seguir en contra de la designación de Bono, le había votado. Floretes entre dos gigantes.