La primera semana de julio viajarán a Afganistán los primeros militares del batallón de 450 soldados que durante 90 días trabajarán para garantizar el proceso electoral en el país centroasiático, después de que el Congreso aprobara esta misión, que costará 44 millones de euros. La ministra Carmen Chacón compareció en la comisión de Defensa, a la que pidió autorización para enviar a otros 66 militares y cuatro guardias civiles que dirigirán el control del aeropuerto de Kabul durante nueve meses, a partir del 1 de octubre, y un tercer contingente de 12 instructores que deben adiestrar a una unidad del nuevo Ejército afgano patrocinada por España.

La comisión se celebró según lo previsto y todos los grupos, salvo IU, ICV y ERC, representados por Gaspar Llamazares, apoyaron las tres misiones en Afganistán. Chacón admitió que esta misión será una de las más "duras, complejas y arriesgadas" para el Ejército español, que en ese país ha perdido a 87 militares y a un intérprete afgano desde que llegaron los soldados, en el 2002.