Tras dos jornadas de deliberaciones, los obispos dieron ayer el visto bueno a un documento de 27 folios en el que se aborda "a fondo" la situación "religiosa, cultural, social y política" y se alude a "la unidad de España" como un bien moral.

De los 73 obispos que ejercieron su derecho a voto, 63 lo aprobaron y seis lo rechazaron. Hubo tres abstenciones y un voto nulo. El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, manifestó anoche que la votación evidenciaba que había habido "una satisfacción general".

El redactado denuncia la "fuerte oleada de laicismo", propone reforzar la presencia católica en la vida pública y vuelve a analizar cuestiones como el terrorismo y "los nacionalismos y sus exigencias morales", aunque no se refiere explícitamente a la negociación con ETA.

La presidencia de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), de la que forman parte los tres cardenales en activo, Antonio María Rouco, Antonio Cañizares y Carlos Amigo, decidió el miércoles dejar en manos de la asamblea si el borrador preparado por una ponencia se debatía sosegadamente y se ultimaba en otra reunión o la cuestión se dejaba zanjada en 48 horas. Y más de 50 de los 70 prelados presentes optaron por lo último.

Lo sucedido refuerza las posiciones del sector más conservador del episcopado, liderado por Rouco y Cañizares, que han promovido la elaboración de las orientaciones, y evidencia la debilidad del obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y del sector más moderado que le aupó al puesto, que hubiera preferido obviar el debate territorial.