Mariano Rajoy ya se ha movido. Está en el tejado de Esperanza Aguirre acabar de una vez con esto, sin dobles lecturas", aseguraba ayer la dirección del Partido Popular, en plena ofensiva para "que se calle" --en palabras de Manuel Fraga-- la presidenta madrileña --que le respondió que no acepta "mordazas"-- y apuntalar al líder del partido. Fuentes populares admitían que el lunes Rajoy dio un paso atrás al apuntar que "jamás" había pensado en que Aguirre dejara el partido, pese al aviso que le lanzó el sábado.

Las mismas fuentes insisten en que Rajoy se ha esforzado en hacer "oídos sordos" a la ambigüedad que la presidenta de Madrid exhibió el lunes en el programa de TVE 59 segundos sobre su posible candidatura. El presidente, apuntan, se quedó solo con una frase de Aguirre: "Voy a votar a Rajoy en el congreso". Pero, al mismo tiempo, buena parte de los barones territoriales se plantaban ayer ante Aguirre para evidenciar que carece de apoyos. Fraga, el fundador, iba más allá: "Aguirre debe callarse de una vez", sentenció. Y afeó a Aguirre que se muestre "encantada" con los enrevesados mensajes que está lanzando. Y echó un capote a Alberto Ruiz-Gallardón, de quien dijo que podría ser buen secretario general en sustitución de Angel Acebes.

MAS METAFORAS El líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, reiteró su apoyo a Rajoy. "Es el único que ha tenido la valentía y coraje de enseñar las cartas", declaró, en respuesta a las metáforas de Aguirre sobre el mus. En los juegos de cartas se basó también la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, quien remarcó que las reglas del partido están claras para el que quiera presentarse: "Quien quiera envidar, que envide". El presidente valenciano, Francisco Camps, aseveró que la presidencia del PP y la candidatura a la Moncloa son "inseparables", aunque Aguirre insista en que antes de las generales se debe celebrar otro congreso.

El alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda --antaño hombre de confianza de José María Aznar--, abrió una nueva vía. Auguró que, si hubiera una "demanda muy importante de afiliados", Rodrigo Rato podría ser una posible solución.

Mientras, en Cataluña, Alberto Fernández Díaz anunció ayer su intención de optar a la presidencia del PP catalán. Se enfrentará a Daniel Sirera (actual presidente) y a Montserrat Nebrera.