Arnaldo Otegi admitió ayer que hay "sectores" en la izquierda aberzale que consideran que el aviso de ETA de que se reserva la posibilidad de volver a atentar "quita credibilidad" al alto el fuego que la banda y su entorno consideran que sigue vigente. Sin respaldar abiertamente a quienes mantienen esta postura en Batasuna, el líder de la fuerza ilegalizada destacó que "actúan de buena fe", y anunció que abordarán "una reflexión" sobre el comunicado a la vista de la "confusión" que ha generado.

La declaración de Otegi a la emisora Euskadi Irratia supone un nuevo paso significativo en la izquierda aberzale, ya que marca distancias, aunque sea tibiamente y de forma matizada, con el comunicado de ETA del 9 de enero, en el que la banda no daba por roto el alto el fuego pero amenazaba con más atentados. Su pronunciamiento se enmarca también en la pugna en Batasuna que enfrenta a los más ortodoxos con los partidarios de ir rompiendo amarras con la banda para afianzar un proyecto político independiente.

NO HAY RIESGO DE ESCISION Otegi, enmarcado en el segundo grupo, perdió el pulso suscitado en su partido tras el atentado, y después del tenso debate interno se tuvo que limitar a "solicitar" a la banda que mantuviera el alto el fuego. Pese a todo, ayer quiso dejar muy claro que nadie debe esperar ningún tipo de escisión como ocurrió con Aralar.

Otegi también repitió su lista habitual de reproches al resto de partidos, a quienes culpó de no dar pasos para "reanudar" el proceso de paz, y felicitó a ETA por "volver" a sus compromisos del alto el fuego. Además, reiteró que el proceso será viable solo "en ausencia de violencia", y prometió que la izquierda aberzale usará sus influencias, "muchas o pocas", para dotar de contenidos políticos la búsqueda de la paz.

La alusión a la necesidad de abrir un proceso de reflexión fue también llamativa, ya que supone reconocer que la línea estratégica anunciada por ETA ha generado debate interno en Batasuna. La conveniencia de que continúe "la lucha armada" es el auténtico objeto de enfrentamiento, ya que incluso en la izquierda aberzale se percibe la contradicción que supone que ETA se reserve la posibilidad de responder "a los ataques a Euskal Herria" pese a anunciar que se mantiene el alto el fuego.

Otegi puso de relieve que en sus filas hay quien "con honestidad" considera que mantener abierta esa línea de respuesta por parte de la banda afecta a su credibilidad, aunque reconoció que ignora "cómo y cuando" se reflexionará a nivel interno sobre la nueva situación surgida tras el atentado de Barajas.

Su correligionario Pernando Barrena dio ayer mismo toda la credibilidad al comunicado de ETA sobre la vigencia de la tregua, y negó que sea Batasuna quien lo ponga en duda. Atribuyó a un error de traducción las declaraciones en euskera de Otegi, quien se refirió a "sectores" del partido.

Además, el futuro de Otegi sigue complicándose, después de que la Guardia Civil haya remitido un informe al juez Baltasar Garzón sobre su participación en la rueda de prensa posterior al atentado de Barajas. En el documento se considera "claro" que el dirigente habló en nombre de la ilegalizada Batasuna.