Arnaldo Otegi aceptó ayer estampar la firma de Sozialista Abertzaleak, marca parlamentaria de Batasuna, en un documento que rechace la "injerencia de ETA" en la voluntad de los vascos. Este gesto se concretó durante un debate en el que el portavoz de Eusko Alkartasuna (EA), Rafael Larreina, ofreció a Otegi compartir listas electorales para el 25-M a cambio de que pusiera negro sobre blanco que ETA no puede interferir en la decisión de los ciudadanos.

Fue al calor de una moción promovida por la coalición aberzale sobre la política del Gobierno vasco para acabar con ETA cuando el debate derivó en el sorpresivo acercamiento entre las dos formaciones. Otegi, que proclamó no "justificar ni amparar" a ETA, reclamaba una iniciativa de los nacionalistas para plantar cara al Estado ante los ataques a Euskadi. PNV y EA le respondieron con sendos emplazamientos.

NI AZNAR NI LA BANDA

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, se declaró dispuesto a compartir con Otegi el plante ante el Estado si antes o "simultáneamente", Batasuna se planta ante ETA. Por su parte, Larreina ofreció a Otegi compartir listas el 25 de mayo si ambos firman conjuntamente que es "inadmisible cualquier violación de derechos humanos". Además, el documento incluiría que los firmantes no admitirán "la injerencia en la voluntad de la sociedad vasca ni de (José María) Aznar ni de ETA".

En un gesto inusual, Otegi dijo "recoger el guante" y aceptó uno de ellos, el que le lanzaba EA. "No somos ETA y queremos que se discutan nuestras propuestas", dijo.

Tras el debate, el portavoz de Batasuna ratificó ante los medios de comunicación que aceptaba la oferta de EA. Confirmó que no tendría problemas para firmar un documento que recogiera las dos exigencias de Larreina junto con una tercera, la defensa del derecho de autodeterminación.

El portavoz de EA recalcó que sería "muy positivo" que quien ha sido hasta ahora "el referente" de Batasuna acepte la firma de un documento que reclame la no interferencia de ETA.

Larreina admitió que cualquier decisión final sobre una posible conformación de listas tendría que ser votada por la asamblea nacional de EA y considerada por sus socios. El PNV, aliado de EA en el Gobierno vasco y en la coalición firmada para las municipales, prefirió guardar silencio.

Mientras, el presidente del PP en la Cámara vasca, Jaime Mayor Oreja, reclamó al Tribunal Supremo un "mandamiento judicial" para que la sentencia de ilegalización de Batasuna "se cumpla y se ejecute" en el Parlamento vasco.

Indignado, Mayor dijo que el PP se ausentará del hemiciclo a partir de ahora cada vez que Otegi o sus compañeros de filas defiendan propuestas. Consideró un "fraude de ley" y un "escándalo político" que los sucesores de la formación ilegalizada mantengan grupo propio.

El exministro leyó la cartilla al Supremo al advertir que, de permitirse la continuidad del grupo parlamentario, se establecerá un "grave precedente respecto a todas las decisiones judiciales a la hora de combatir a los grupos que, arropados en el terrorismo, están en las instituciones".