Los sindicatos policiales franceses denunciaron ayer que la evasión del jefe etarra Ibon Fernández Iradi era "previsible" debido a "las deficiencias de seguridad y la falta de personal" que, a su juicio, padece la Comisaría Central de Bayona. Tras denunciar la falta de medios en las comisarías, ayer recordaron que hace dos meses otro detenido había logrado escapar de la celda que ocupaba Ibon Fernández deslizándose por el mismo tragaluz, aunque pudo ser interceptado en un pasillo.

Según los sindicatos, tras ese intento de fuga se abrieron diligencias, pero al parecer no se hizo nada para reforzar la seguridad debido a "la lentitud administrativa".

El mayoritario Sindicato Nacional de Oficiales de Policía (SNOP) y el minoritario Alliance salieron en defensa de los cinco funcionarios que el sábado por la noche se encontraban de guardia en la comisaría. Todos ellos, incluido el comisario, han sido suspendidos temporalmente por orden del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, lo que ha provocado un profundo malestar entre las fuerzas del orden.

Tras las primeras investigaciones, la Dirección General de la Policía Nacional francesa hizo un análisis muy diferente al sindical y atribuyó ayer la evasión del dirigente etarra a una combinación de "negligencias, torpeza y mala suerte".