Medio centenar de militares de la fuerza de acción rápida de la Brigada Aerotransportable (Brilat) de la base de Figueirido (Pontevedra) partieron ayer hacia Irak para incorporarse a las tareas de restablecimiento de la paz, tras una despedida que evidenció la inquietud de sus familiares por los riesgos de la misión.

Son los primeros efectivos de los 455 de la Brilat incluidos en el contingente de 1.262 españoles que se desplegarán bajo mando polaco en la zona centro sur de Irak, con el objetivo de controlar la zona y ayudar a su pacificación para la reconstrucción del país. Estos efectivos han recibido formación en técnicas antidisturbios y en aspectos culturales para un mejor entendimiento con la población iraquí.

Los soldados que partieron ayer se sumarán a la avanzadilla de 60 soldados de varias unidades que salieron el miércoles pasado desde Zaragoza. La partida se produce en medio de una fuerte polémica política en torno a la legitimidad y la oportunidad de la misión, que actuará en circunstancias de extrema violencia en Irak, donde la resistencia leal al derrocado Sadam Husein efectúa ataques diarios a las tropas de las fuerzas ocupantes.

MOMENTOS DE EMOCION

Los militares españoles salieron a las nueve de la mañana del aeropuerto de Lavacolla en un Hércules del Ejército español, que también cargaba material de avituallamiento y vehículos.

En la despedida hubo escenas de emoción. La madre de un soldado manifestó a los periodistas que, pese a su apariencia tranquila, los militares "están en el fondo muy nerviosos". Añadió que las familias de las tropas están pasando por unos momentos duros por los riesgos que pueden correr los soldados en territorio iraquí. En cambio, el tío de uno de los integrantes de este contingente destacó que los militares son profesionales y que viajan a Irak contentos con la misión que se les ha encomendado.

El contingente español que intervendrá en Irak, previsiblemente hasta el próximo mes de diciembre, estará formado, además, por militares de la Legión, ingenieros de Salamanca y un escuadrón de Caballería de Regimiento, entre otros.

Mientras, en el ámbito político, el PSOE anunció ayer que instará esta semana en el Parlamento al Gobierno a que promueva una resolución en la ONU para que envíe una fuerza de pacificación a Irak formada tanto por cascos azules como por efectivos militares de los países árabes. Por su parte, Izquierda Unida (IU) advirtió al Gobierno, a través de un comunicado, que será "responsable" de lo que "pueda suceder" a los soldados españoles desplegados en la zona, dado que esta misión, a juicio de IU, no tiene "cobertura constitucional".