Los Reyes llegaron en helicóptero a Crawford sin que la lluvia de la víspera jugara una mala pasada. Con ropa informal, los Reyes y los anfitriones subieron a un vehículo, con George Bush al volante, para un paseo. Cielo gris, pastos, pocos árboles, lagos y muchas vacas componían el paisaje.

El almuerzo fue el propio del Día de Acción de Gracias: pavo relleno, albóndigas de pasta de maíz y pastel de frutos secos y calabaza. Y lubina para la Reina, que no come carne.