Un esperpento judicial. El pirata somalí Cabdeweli Cabdullahi, alias Abdu Willy , vivió ayer otra jornada kafkiana en la Audiencia Nacional. El magistrado Santiago Pedraz volvió a considerar menor al joven, en contra de la opinión de su colega de menores, José Luis Castro, y hasta última hora de la mañana el corsario permaneció en los calabozos de esta sede judicial hasta que Castro aceptó enviarlo, de nuevo, a un centro de menores cerrado. Allí estará 15 días, hasta que la sala penal decida, la semana próxima, qué hacer con él.

Abdu Willy fue conducido primero ante Pedraz, que se negó a celebrar la vistilla que le solicitó el fiscal tras reclamar el ingreso en prisión del chico, al haber sido considerado mayor de edad por el equipo de médicos que trabaja para el Departamento de Menores de la Comunidad de Madrid. Al juez no le convencieron los resultados médicos, ya que la probabilidad de que haya cumplido 18 años es del 97%.

PARAMETROS DE RAZA Pedraz pidió entonces a la forense Leonor Ladrón de Guevara un nuevo dictamen, que puso en duda el examen de su colega al desconocer los parámetros de raza que había utilizado el facultativo, el doctor en radiología José María Abadal. Ante esta discrepancia, el magistrado dio crédito a Ladrón de Guevara, "por ser una funcionaria al servicio de la Administración de Justicia", y no al informe del doctor Abadal, que dirige una "clínica privada". E insistió en que "el margen de error" tenía que jugar a favor del bucanero y ser considerado menor de edad, como hizo el martes cuando lo dejó en libertad.

El proceso fue remitido a Castro, que justo el día anterior se había declarado no competente porque a él sí le convencieron los informes médicos que señalan que es un adulto.

Desde entonces, la situación del pirata se ha convertido en un limbo jurídico. En principio, el bucanero estaba en libertad porque ningún juez le tenía imputado. Sin embargo, la policía no podía dejarle salir del calabozo porque ningún magistrado le había dado esa orden.

Las llamadas entre unos y otros se sucedieron hasta que la fiscalía, una vez más, tuvo que intervenir y reclamó a Castro que internara al corsario en un centro de menores cerrado. Previamente, presentó un recurso ante la sala de lo penal de la Audiencia en el que le pide que considere a Abdu Willy adulto "de manera urgente y rápida".

"CUMULO DE FATALIDADES" Castro aceptó internar al joven a las cuatro de la tarde. El bucanero había abandonado la Audiencia en un coche policial una hora antes. Abdu Willy comentó que "ha conocido a mucha gente estos días", se quejó de ir de un juzgado a otro sin los cordones de sus deportivas y lamentó que aún no le hayan devuelto su móvil. Para el presidente de la Audiencia Nacional, Angel Juanes, este disparate es "un cúmulo de fatalidades".