Protestas sin incidentes en todos los ayuntamientos y acciones más violentas en media docena de municipios. La estrategia de la izquierda aberzale durante la jornada de ayer provocó escenas de enorme tensión en localidades como Lekeitio, Sestao y Zalla, e impidió que otras corporaciones municipales pudieran constituirse ante las amenazas que han ido sufriendo los concejales electos.

La Ertzaintza movilizó a todos sus agentes para proteger la celebración de los plenos, pero en la mayor parte de los municipios los fuertes dispositivos de seguridad permanecieron inactivos. Mientras en algunas localidades medio centenar de ertzainas custodiaba una plaza vacía, los simpatizantes de ANV centraron sus protestas más virulentas en unos pocos puntos.

Así ocurrió en las localidades vizcaínas de Lekeitio, Sestao y Zalla, en las que fueron detenidas cinco personas acusadas de desobediencia a los agentes y desórdenes. En Lekeitio, decenas de personas agredieron a la secretaria del ayuntamiento para arrebatarle la urna en la que los ediles votan para elegir alcalde, entre gritos y empujones. Una joven que se había sentado en los asientos de la corporación, para reclamar que esos lugares correspondían a ANV, arrojó la urna por la ventana.

En Ordizia (Guipúzcoa), acabado el pleno, una veintena de simpatizantes de ANV acorraló en un bar a los miembros de la nueva corporación, presidida por el PNV. La presencia policial impidió que los insultos dieran paso a agresiones, pero se vivieron momentos de gran nerviosismo. En la mayoría de los casos, la protesta concluía con una breve concentración en el exterior de la casa consistorial.

AMENAZAS El ayuntamiento de la localidad guipuzcoana de Ibarra, donde la lista de ANV ilegalizada fue la más votada, se constituyó en la Diputación Foral de Guipúzcoa, y no en el pueblo por seguridad. Y en Andoain (Guipúzcoa), desconocidos realizaron una pintada amenazante en el garaje del nuevo alcalde, el socialista José Antonio Pérez Gabarain.