Xabier Arzalluz reclamó ayer la dimisión del presidente del Tribunal Supremo, Francisco Hernando, al que llamó "impresentable". El líder del PNV opinó que Hernando "mancha" al Supremo y al Consejo General del Poder Judicial, del que también es presidente, por haber criticado el plan soberanista del lendakari y a todos aquellos que propugnan cambios en la Constitución. El dirigente peneuvista se mostró "orgulloso" de que el PNV fuera el primer partido que denunció los "ataques" de los populares contra la separación de poderes. Se alegró además de que los socialistas hayan decidido romper el pacto por la justicia que firmaron con el PP.

"COMO EN TIEMPOS DE FRANCO"

Arzalluz recordó que las palabras de Hernando durante la apertura del año judicial, en las que rechazó la reforma de la Constitución y pidió a los jueces que no permanezcan impasibles ante el plan de Ibarretxe, reflejan que se "ha plegado" a una postura "partidista". Con expresión de enfado, Arzalluz dijo que Hernando es "un chollo" para el Gobierno y que no ha visto nada igual "desde los tiempos de Franco".

La andanada del PNV incluyó al juez Baltasar Garzón por haber encarcelado a tres miembros de Batasuna por la manifestación en la que se quemó una bandera española. El diputado del PNV Emilio Olabarria criticó, asimismo, la sentencia del Tribunal Superior de Euskadi que condenó al diputado de Batasuna Jon Salaberria por "enaltecer" a ETA desde el Parlamento de Vitoria. El PNV opinó que esa sentencia niega la inviolabilidad parlamentaria.

Arzalluz no fue tan claro cuando se le preguntó si optará a la reelección como presidente del PNV. Admitió que, aunque un sector de militantes postula su continuidad a través de la recogida de firmas, él todavía no ha aclarado si acepta o no. "Yo también tengo derecho a callarme", enfatizó. Y concluyó: "Lo que pase, ya se verá".