El PNV observa con recelo la posibilidad de respaldar foros en los que Batasuna busque amparo y protagonismo. Preocupados por revalidar en marzo su papel de primera fuerza en Euskadi después de que el PSE se lo arrebatara en las generales, los peneuvistas no están por la labor de dar el mínimo protagonismo a los herederos de Batasuna.

Aunque tiene representación en el foro soberanista de la Mesa de Maltzaga, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, deja claro que esa iniciativa no debe mezclar de nuevo paz y normalización política ni posibilitar "tutelas" de ETA. La dirección peneuvista no oculta que salió escaldada del pacto de Lizarra y no quiere repetirlo.