El inspector jefe del grupo local de la Policía Científica de Alcalá de Henares, Luis Martín Gómez, reveló ayer que entró en la furgoneta Kangoo hallada en esta localidad madrileña a primera hora de la mañana del 11-M. Sin embargo, aseguró que no lo hizo para inspeccionar el vehículo sino, simplemente, para colocar el cambio de marchas en punto muerto y facilitar el enganche del vehículo a la grúa que debía transportarlo al complejo de Canillas, en Madrid.

Hasta la comparecencia de Martín en la comisión, la versión oficial era que, mientras la furgoneta permaneció en Alcalá de Henares, sólo entró en ella un perro guía detector de explosivos, mediante el forzamiento con una palanca de la puerta trasera. El inspector dijo que, tras la inspección canina, él penetró también por la misma puerta, abrió el seguro de la puerta del copiloto y, tras un rodeo, entró para mover el cambio.

Martín aseguró que, durante su permanencia "de cuatro o cinco segundos" en el vehículo, no detectó ningún objeto que le llamara la atención. Dijo que, dada que su irrupción en la furgoneta no correspondía a tareas de inspección, omitió anotarla en el acta correspondiente.

EL TESTIMONIO DEL PORTERO Luis Garrudo, el portero que descubrió la furgoneta sospechosa la misma mañana del 11 de marzo, dijo la semana pasada ante la comisión que había visto abrirse otras puertas del vehículo además de la trasera. Su testimonio fue echado por tierra por el comisario jefe de la policía de Alcalá de Henares, Eduardo Blanco, que aseguró que ninguna persona entró en la furgoneta.

Jordi Jané (CiU) elogió al portero. "El señor Garrudo tiene razón: se abrió una puerta", dijo. Pero Vicente Martínez-Pujalte replicó, invocando la declaración del inspector, que la puerta se abrió hacia las 14.00 horas, minutos antes de que la furgoneta fuera trasladada a Madrid y añadió que, a esa hora, Garrudo se encontraba en esa ciudad en un interrogatorio de la policía. "Por lo tanto, el señor Garrudo no pudo ver abrirse la puerta", sentenció el portavoz popular.

El PP hizo circular poco después un documento registrado ayer en el Congreso que recoge las declaraciones del portero ante el juez el 19 de mayo del 2004. En esa ocasión, Garrudo expresó dudas sobre cuándo escuchó que en la furgoneta había siete detonadores y una cinta de casete en árabe: si en la mañana del 11-M, por boca de agentes policiales, mientras se realizaba la primera revisión de la furgoneta, o más tarde, por otras fuentes.

En este enredo, el inspector Martin Gómez dijo que, ni al entrar en la furgoneta, ni al ojear desde el exterior, vio nada "extraño". Ni siquiera el chaleco reflector que sí vieron otros testigos, entre ellos Garrudo.