La kale borroka recibió ayer otro golpe en Guipúzcoa. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron durante la noche del jueves al viernes a 10 personas en distintas localidades acusadas de intervenir en al menos una decena de actos de violencia callejera durante los últimos tres años. Otras tres personas fueron arrestadas en Arrasate por obstaculizar la labor policial cuando se disponían a registrar un piso.

Los detenidos, de entre 20 y 27 años, formaban un grupo de apoyo a ETA que operaba en Rentería, Lezo y Oiartzun, localidades de las que procedían los arrestados. Esta operación policial es la séptima contra el terrorismo urbano desde el pasado julio, lo que ha permitido desarticular grupos similares en Vitoria, Getxo (Vizcaya), San Sebastián, Navarra y la comarca vizcaína de Lea-Artibai.

Entre otras acciones, se les responsabiliza del lanzamiento de cócteles incendiarios contra la comisaría de la Ertzaintza de Rentería en agosto del 2005. También figuran las agresiones a policías nacionales el pasado febrero en esta localidad tras ser identificados por los radicales.

Otros atentados de esta célula desarticulada serían los ataques contra instalaciones eléctricas, como el que en abril del 2005 provocó en Lezo el corte de suministro a 7.600 usuarios, o el incendio el pasado junio de nueve turismos de Telefónica estacionados en un garaje de Rentería. El operativo, ordenado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, incluyó 18 registros, 13 de ellos en domicilios de Rentería, Oiartzun y Arrasate y los cinco restantes en locales usados para ocultar materiales y celebrar reuniones.

Por otra parte, el ErNE, el sindicato mayoritario de la Ertzaintza, tachó de "caos" el operativo desplegado por este cuerpo durante el atentado de ETA cometido el pasado jueves contra la casa del pueblo del PSE en el barrio bilbaíno de La Peña, porque "no fue posible avisar" a los agentes que se encontraban en el área de la explosión por no contar con medios adecuados.