La policía detiene a dos presuntos autores de los atentados de Madrid

La operación policial comenzó en la noche del miércoles. A las 22 horas, las fuerzas de seguridad registraron una tienda de ropa ubicada en el madrileño barrio de Lavapiés, a escasos metros del locutorio donde trabajaba Jamal Zugam (detenido el sábado), propiedad de Said Chedadi, encarcelado por el juez Baltasar Garzón desde noviembre del 2001 por su relación con la red española de Al Qaeda.

CUATRO SOSPECHOSOS A continuación, la policía arrestó a tres marroquís en Meco, cerca de Alcalá, en donde subieron a los trenes. Los agentes detuvieron más tarde en Madrid a un cuarto marroquí. Dos de los detenidos pueden ser autores materiales de los atentados, ya que han sido identificados por varios testigos que les vieron subir y bajar de los convoyes. Otras fuentes policiales señalaron que los cuatro marroquís arrestados podían haber participado en el atentado.

Casi al mismo tiempo, la policía localizaba en Oviedo a un español del que se cree que robó los explosivos. Este arrestado trabajaba en una mina lo que facilitó que se hiciera con la Goma dos Eco empleada en las 10 mochilas bomba que estallaron en los trenes.

La policía evitó facilitar las identidades de los arrestados, ya que busca a otro grupo integrado por al menos tres personas más que también podrían haber participado en la colocación de los artefactos explosivos. El dispositivo policial fue coordinado por la comisaría general de Información que dirige el comisario Jesús de la Morena. Las detenciones se prolongaron hasta la cinco de la mañana de ayer.

Tres de los detenidos, de nacionalidad marroquí, vivían en el barrio de La Luz, en la localidad de Meco, muy próxima a Alcalá de Henares. El dispositivo fue tan discreto que la policía local no tuvo constancia del mismo, aunque algunos vecinos confirmaron que la policía había estado allí y se había llevado a las tres personas detenidas. Las fuentes de la investigación solicitaron que no se desvelase la identidad de los detenidos para no obstaculizar las pesquisas.

PISTA DE LA GOMA DOS Con todo, las fuentes de la investigación aseguraron que el detenido en Oviedo era un ciudadano español. Al parecer, habría sustraído los más de cien kilos de dinamita empleados para perpetrar la masacre. El explosivo fue fabricado el pasado febrero en la factoría que la Unión Española de Explosivos posee en el Páramo de Masa (Burgos).

Los análisis efectuados por la policía científica a partir de la mochila-bomba que no estalló determinaron que el explosivo pertenecía a una partida que iba destinado a alguna mina, aunque ni las fuentes policiales ni la empresa, que no había denunciado robo alguno, ofrecieron más datos sobre el supuesto desvío o sustracción del mismo.

A medida que han ido avanzando las pesquisas, la policía española ha comenzado a facilitar los datos a los agentes de Interpol de Alemania, Italia y de la central de Lyon (Francia) que se han desplazado a Madrid para cooperar en la investigación. También los servicios secretos de los países de la UE, así como la CIA y el Mosad israelí intercambiaban información con el Centro Nacional de Inteligencia español para prevenir atentados.

Por otra parte, el jefe de la célula española de Al Qaeda, Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah , admitió ayer ante el juez Baltasar Garzón que conocía al marroquí Jamal Zugam, uno de los cinco detenidos el sábado y presunto responsable del grupo. Además, el juez Juan del Olmo comenzó ayer a interrogar a los cinco detenidos en Madrid. Anoche estaba previsto que los interrogatorios se prolongaran durante toda la madrugada.