La policía científica ha informado al juez Santiago Pedraz de que no puede certificar que el hombre que aparece en un vídeo de las cámaras de la T-4 un día antes de que estallara el coche bomba que mató a dos personas en Barajas sea el etarra Mattin Sarasola. En las imágenes se ve a un hombre alto que esconde su rostro con una mascarilla y lleva una gorra.

La sección de antropología de la policía científica señala al magistrado que se centraron en el rostro del etarra porque su estructura es "invariable" a partir del "desarrollo del esqueleto" y que, por ello, se puede comparar "con imágenes fotográficas de distintas épocas de la vida". Pero los expertos admiten que no han podido hacer "un estudio fisonómico mínimamente riguroso" por la mala calidad de las imágenes. Sí que informan de que el sospechoso es de complexión "ectomorfa y de estatura media-alta".

Tras este informe, fechado el pasado 29 de febrero, fuentes judiciales han admitido que la investigación está en un momento delicado, ya que se apoya en la declaración inculpatoria de Sarasola, que, además, ha denunciado torturas. El resto de las pruebas son endebles.