Las policías autonómicas tendrán acceso automático a las bases de huellas dactilares y de ADN del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, y participarán del sistema de alerta temprana sobre desaparición de explosivos y sustancias químicas, nucleares y biológicas que ultima la Secretaría de Estado de Seguridad. Estos fueron los principales acuerdos de coordinación operativa adoptados ayer por el Consejo de Política de Seguridad (CPS) en su primera reunión desde su creación en la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, hace 19 años.

El ministro José Antonio Alonso presidió el encuentro, en el que participaron los consejeros de Interior o sus sustitutos de las 17 autonomías, Ceuta y Melilla, y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Vázquez. Alonso destacó el carácter "político" de la reunión y el objetivo de la "coordinación" policial, pues no en vano las policías autonómicas suman 17.000 efectivos y las locales, 55.000.

"La seguridad es una cuestión de todos, también de las policías autonómicas y locales", dijo el ministro, antes de señalar que si bien las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "encabezan las tareas de seguridad y el Ministerio del Interior dirige las grandes claves", se considera "imprescindible" la coordinación con las demás policías.

"PUNTOS DE CONTACTO" La coordinación operativa de las policías autonómicas con el Sistema Automático de Identificación Dactilar (SAID) de la Policía Nacional y la Guardia Civil, y con la base común de ADN, será en "tiempo real" por "puntos de contacto" entre los respectivos archivos. Las policías autonómicas podrán acceder a datos de las redes de narcotráfico.

Sobre las policías locales, Interior quiere que además de los cometidos contra la delincuencia que les asignen las juntas de seguridad participen en la prevención de la violencia de género.