Después de nueve jornadas de interrogatorio a los 29 acusados y a un primer testigo, el juicio por el 11-M entra hoy de lleno en la fase testifical. Cerca de 650 testigos solicitados por las partes, empezando por los 135 de la fiscalía, desfilarán durante los próximos meses ante el tribunal que juzga la mayor matanza de la historia de España.

Entre los primeros declarantes figuran varios policías expertos en terrorismo islamista y un analista del mundo árabe, cuyos testimonios supondrán un examen a la gestión del Gobierno de José María Aznar frente a la amenaza yihadista en España y a su estrategia informativa tras los atentados. Todo apunta a una desidia y descoordinación, así como a una maniobra sin base para achacar la masacre a ETA.

La primera fase del juicio, que culminó el jueves pasado, desbarató la teoría sobre la presunta participación etarra en los atentados e ilustró sobre la intensa actividad proselitista de círculos fundamentalistas islámicos en España, así como la conexión de estos con la banda asturiana que les facilitó los explosivos. La segunda parte promete llegar al fondo de estos asuntos y arrojar luces sobre la masacre.

SIN CONEXION Uno de los testigos será el agente de la Unidad Central de Información de la Policía que elaboró en diciembre del 2005 el informe Hipotéticos vínculos entre islamistas y ETA , en el que concluyó que no existía conexión entre ambas organizaciones. La fiscalía prevé exhibir al menos siete informes más de la Policía y la Guardia Civil en el mismo sentido. También comparecerá el policía experto en ETA que inspeccionó la furgoneta Renault Kangoo hallada el 11 de marzo del 2004 en Alcalá de Henares y que descartó de inmediato su utilización por etarras.

Por el contrario, lo que saldrá a relucir es que, mientras Aznar alardeaba de su alianza con George Bush en Irak y lanzaba bravuconadas contra los fanáticos islamistas, estos se organizaban y preparaban la matanza ante las narices de un Gobierno que apenas incrementó en 13 agentes la plantilla policial contra el terrorismo yihadista.

CONOCIDOS Muchos de los acusados por el 11-M eran conocidos por la Policía y la justicia españolas, en relación con las investigaciones de los atentados de Casablanca, el 11-S y otras actividades. Al juicio se ha aportado una nota del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) del 6 de noviembre del 2003, en la que un informante de "fiabilidad media-alta" avisa de que Allekema Lamari puede estar preparando una "acción violenta" en España. El argelino Lamari fue uno de los suicidas de Leganés tras el 11-M, del que es considerado uno de los autores materiales. En una declaración del sumario, un árabe de nombre Jaouad Bouzrouti dice que, el mismo 11-M, la Policía acudió a su casa a interrogarlo sobre Lamari.