Entre la risa y la indignación se movía ayer la Moncloa al desmentir rotundamente que José Luis Rodríguez Zapatero conociera de antemano la detención de Isabel Pantoja. Horas antes de que la tonadillera fuera arrestada, el presidente había participado en varios actos electorales en Málaga y en Marbella, entre ellos una visita a la comisaría de esta última ciudad, cuyos agentes han participado en los últimos meses en buena parte del centenar de detenciones que ha dictado el juez Miguel Angel Torres.

Esa coincidencia sirvió de excusa a miembros del PP y varias de sus webs afines, que insinuaron que el jefe del Gobierno sabía que esa detención se iba a producir y por ello se refirió en su mitin de Marbella a la corrupción y a la necesidad de que paguen por ella los implicados "por muy famosos que sean". Esa especulación provocó que Diego López Garrido, portavoz parlamentario del PSOE, lamentara que se ponga "en cuestión" la labor "encomiable" de fiscales, jueces y policías.

En cambio, Ignacio Astarloa, responsable de justicia del PP, insinuó que la detención responde a una "operación de impacto mediático" en la que habría participado Zapatero y que estaría planeada para restar relevancia informativa al proceso de impugnación de listas de seguidores de Batasuna en el País Vasco. Cada vez que la realidad no interesa al Gobierno, sostuvo Astarloa, "aparece el aparato del Estado y desarrolla una actividad de impacto mediático para tapar la noticia". Más chocante fue su compañero PP Miguel Arias Cañete, que se preguntó "qué país es este" en el que Iñaki de Juana Chaos "se pasea por la calle", y "se detiene a tonadilleras como si fueran terroristas".