El PP le saca algo más de siete puntos de ventaja al PSOE. De celebrarse ahora las elecciones legislativas, los conservadores obtendrían el 44,2% de los votos, y los socialistas, el 37,1%, según el Barómetro de Otoño de Vox Publica para EL PERIODICO EXTREMADURA. Hace tres meses, antes de que Mariano Rajoy fuera designado sucesor de José María Aznar al frente del partido, la ventaja era de 4,1 puntos.

En las elecciones de marzo del 2000, y con una proporción de votos (el 44,5%) similar al que le vaticina ahora el sondeo, el PP alcanzó la mayoría absoluta. Ahora bien, para revalidar la mayoría absoluta no basta con los resultados propios. Influyen también los de los rivales. Y en aquellos comicios el PSOE logró el 34,1% de los sufragios, y el sondeo le atribuye ahora el 37,1%.

COMO EN FEBRERO DEL 2002

Si se estudia la evolución en la estimación de voto a los dos grandes partidos españoles de los sucesivos barómetros, se constata que la situación se parece a la que había antes de la guerra de Irak y de la huelga general de junio del 2002, con un PSOE que se mueve entorno al 37% y un PP que oscila alrededor del 44%. Para encontrar una ventaja del PP sobre el PSOE semejante a la actual hay que remontarse a febrero del 2002, cuando era de 7,3 puntos. En abril del 2003, en plena guerra de Irak, los socialistas aventajaron por primera y única vez a los populares (6,7 puntos).

Las elecciones locales del pasado mayo ya demostraron que los populares habían amortizado el desgaste de la guerra. El actual sondeo lo confirma. Y eso a pesar de que la mayoría de los españoles siguen siendo críticos con la política del Gobierno del PP respecto a la guerra y la ocupación de Irak, como señala este mismo Barómetro.

El PP, por otra parte, se ha visto favorecido por el efecto relevo: la imagen de Rajoy, por ser nuevo o por parecer más amable que Aznar, indudablemente ha influido en la mejora de sus expectativas electorales. De hecho, el nuevo candidato del PP ha escalado posiciones en la lista de líderes mejor valorados hasta situarse en el primer lugar, y es el preferido para ocupar la Moncloa después de las elecciones de marzo.

Los socialistas, por el contrario, han sufrido en los últimos meses el calvario de la Asamblea de Madrid. Aunque la opinión pública está dividida sobre el origen de la traición de los diputados regionales Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez --problemas internos del PSOE o trama inmobiliaria--, este sondeo constata que la inmensa mayoría considera que los socialistas son los que van a salir más perjudicados de la crisis.

En cuanto a los demás partidos, Izquierda Unida obtendría ahora el 6% de los votos (0,6 puntos más que sus resultados en las elecciones pasadas); CiU, el 3% (1,2 puntos menos), y el PNV, el 1,6% (0,1 puntos más).

También en voto directo (es decir, el que declaran espontáneamente los encuestados y se expresa en proporción al censo electoral), la ventaja del PP sobre el PSOE es considerable: 6,1 puntos. Los socialistas sólo superan al PP entre los electores más jóvenes, los catalanes y aquellos que se consideran de izquierdas.

FIDELIDAD DE VOTO

Los conservadores mantienen una fidelidad de voto algo más alta que la del PSOE. El 84,6% de quienes recuerdan haber votado al PP en las elecciones legislativas del 2000 aseguran ahora que volverán a hacerlo. La fidelidad de voto socialista es del 80,9%. La de IU es del 62,5%, y la de CiU cae hasta el 54,1%. Los nacionalistas catalanes sufren fugas de votos hacia el PSC (un 10,8%), ERC y PP (un 8,1% en ambos casos).