La irrupción de Felipe González en la vida política no le ha venido mal al PP. Al menos esto es lo que piensan sus máximos dirigentes, que ayer aprovecharon el discurso de estadista pronunciado por el expresidente del Gobierno para dejar en evidencia a José Luis Rodríguez Zapatero. Quien más claro lo expresó fue el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, para quien "las palabras sensatas" de González pusieron de relieve "la falta de liderazgo" del actual presidente, mientras "la economía se está desmoronando".

El regreso de Felipe González a la política española es inviable, se reflexiona en el PP, sobre todo porque no habría más que rescatar los argumentos del célebre "váyase señor González" para desactivarlo. Pero la irrupción de su discurso, claramente más centrado, puede servir para atacar a su sucesor.

EL SMS Feijoó recordó en este sentido el mensaje de móvil que Zapatero dijo haber recibido de González tras anunciar el tijeretazo. "Gobernar es esto, tomar decisiones difíciles", decía el SMS. El jefe del Ejecutivo lo contó como una muestra del apoyo, pero para el presidente gallego González le reprochaba de modo implícito haber eludido hasta ese momento medidas impopulares, pero necesarias, como las propuestas por el PP.

El dirigente conservador más radical fue el diputado José Luis Ayllón, que consideró el acto del centenario del grupo socialista "la despedida de Zapatero", a quien también criticó que respondiera a González que "de depre nada". El único riesgo que corren los conservadores al explotar la cuestión del liderazgo es que les saquen la comparación de Aznar con Rajoy, por lo que "tampoco insistirán mucho", según fuentes populares.

HASTA BARRIONUEVO Desde la cúpula del PSOE, el análisis que se hacía del acto era diametralmente opuesto. Un miembro de la ejecutiva valoró como un "gran éxito" el acto porque había conseguido reunir por vez primera en un clima de plena concordia a "la vieja guardia felipista", asistiendo incluso los exministros José Barrionuevo, José Luis Corcuera y Carlos Solchaga, muy distanciados del partido en los últimos años. "La imagen de unidad ante las dificultades es justo la que necesitábamos", añadió otro dirigente.

No es casual que las figuras del felipismo se hayan acercado al PSOE tras el anuncio del ajuste. Al fin y al cabo muchos de ellos, con Felipe González a la cabeza, ya lo habían reclamado. "Es ahora cuando se ha empezado a gobernar la crisis. Muchas cosas podían haberse hecho antes", declaró ayer Manuel Marín, expresidente socialista del Congreso de los Diputados.