José Luis Rodríguez Zapatero decidió el miércoles por la tarde suspender la visita a Río de Janeiro (Brasil), donde hoy iba a participar en el tercer Foro de la Alianza de Civilizaciones, su iniciativa diplomática más ambiciosa. El estacazo parlamentario que se llevó ayer prefigura la soledad que puede tener cuando toque negociar los presupuestos, un aislamiento que le podría obligar a convocar elecciones anticipadas. La cancelación del viaje oficial le permite a Zapatero presidir esta mañana el Consejo de Ministros (en el que previsiblemente se aprobará el techo de gasto, primer paso para elaborar las cuentas del 2011), y, además, impulsar la reforma laboral.

En el calendario de las negociaciones entre los sindicatos y la patronal está marcado en rojo el próximo lunes, la fecha límite que el Ejecutivo ha puesto para que se alcance un acuerdo entre las partes. Si no se logra y Zapatero cumple lo que él mismo anunció la semana pasada, el Gobierno sacará adelante la reforma por decreto ley, una fórmula que no es la ideal en este momento para el Ejecutivo, por el desgaste que ya le ha supuesto imponer de esa manera su tijeretazo.

PRIMERA HUELGA Además, otro decretazo podría dar el argumento definitivo a los sindicatos para convocar una huelga general, que sería la primera con Zapatero como presidente.

Por esta razón, según fuentes de la Moncloa, no se descarta que el jefe del Ejecutivo se implique personalmente este fin de semana en las negociaciones con las centrales y los empresarios, para intentar cerrar cuanto antes y con consenso una reforma del mercado laboral que esta semana ya le ha reclamado, incluso, el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En la madrugada del jueves, Zapatero telefoneó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien iba a coincidir en varios actos en Río de Janeiro, para disculparse. El jefe del Ejecutivo le explicó el delicado momento político que vive y la inoportunidad del viaje. Fuentes de la Moncloa dijeron que ambos dirigentes quedaron en reunirse a solas en la cita que el G-20 celebrará a finales del mes de junio en Toronto (Canadá).