Madrid Comunicación gestual. Zapatero mantuvo sus recelos sobre Rajoy hasta el mismo momento de su encuentro en la Moncloa. No en vano vaticinó la semana pasada que el líder del PP le negaría su apoyo contra ETA hasta el fin de la legislatura. Por primera vez en las ocho ocasiones en que se han visto en la Moncloa, el presidente no hizo el más mínimo esfuerzo de acercamiento. Mantuvo la distancia hasta en la recepción de su invitado, al que esperó al final de la escalera. Una vez juntos, derrocharon sonrisas para las cámaras, pero ni una sola entre ellos. Ya en los sofás de palacio, una banal charla sobre las vacaciones sirvió para dar tiempo a que los medios gráficos hicieran su trabajo. La hora y media que compartieron les reveló un cauce para superar el desencuentro. Pero de eso no hay ninguna foto.