La endeble unidad antiterrorista entre PSOE y PP provocó ayer que la primera protesta unitaria contra ETA en años, alentada por todos los partidos y agentes sociales, se saldara con más división que asistencia. Entre el público abundaban los fervientes detractores del Gobierno, pero también sus defensores a ultranza, aunque era palpable que ni las centrales sindicales ni los partidos mayoritarios habían hecho grandes esfuerzos para llenar la protesta. Solo unos pocos miles de personas --la Delegación del Gobierno no ofreció ningún dato-- se concentraron en la madrileña Puerta de Alcalá para rebelarse contra el brutal atentado que el pasado fin de semana acabó con la vida de un guardia civil en Francia y dejó gravemente herido a otro. Según el sindicato UGT, hubo cerca de 40.000 asistentes.

Los convocantes decidieron que fuera una ciudadana anónima, de las que acudieron a la protesta, la que pusiera voz al comunicado acordado el pasado sábado en el Congreso. En un principio se pensó que lo leyera algún magistrado, un guardia civil o el presidente del Congreso, Manuel Marín, pero finalmente se optó por alguien que no se pudiera asociar ni al PP ni al PSOE. Ni, por tanto, a sus diferentes formas de entender la lucha contra la banda terrorista ETA.

El comunicado unitario muestra el apoyo de los firmantes al Gobierno en la lucha contra ETA y asegura que el "terrorismo solo se le puede combatir con la unidad de los demócratas y con la fuerzas del Estado de derecho". Cuando la mujer leyó esta frase, se produjo un gran aplauso.

MINUTOS DE SILENCIO El acto, de extrema brevedad, terminó con dos minutos de silencio que fueron respetados escrupulosamente, a diferencia de lo ocurrido el lunes cuando, durante el tributo al agente asesinado el sábado, frente al Ayuntamiento de Madrid, se escucharon numerosos gritos contra el Gobierno y el PSOE. Después del homenaje de ayer a los guardias civiles, el acto se cerró con música clásica. Los organizadores subieron llamativamente el volúmen para evitar que el acto se cerrara con las proclamas contra Zapatero.

A pesar del volúmen de la megafonía, muchos de los asistentes comenzaron a gritar "¡Zapatero dimisión!" y "¡España se merece otro presidente!", como también lo habían hecho minutos antes de que comenzara el acto. Muchos de ellos criticaron que la ceremonia no se cerrase con los acordes del himno de España. Las protestas procedían de dos tipos distintos de grupos: gente muy joven y jubilados, todos con banderas españolas.

Pero no eran los únicos. También portaban enseñas rojigualdas muchos de los que se mostraron partidarios de la política del presidente del Gobierno. Aunque eran menos numerosos, no se privaron de proclamar en voz alta "¡Zapatero no estás solo!" y "¡La próxima vez, votaremos ZP!". Unos y otros se esforzaban por ser los que gritaban más alto, e incluso algunos entablaron discusiones, en pequeños grupos, sobre cómo se debe desarrollar la lucha contra ETA.

PRESENCIA POLICIAL Pero la bronca no fue a más, entre otras cosas porque miles de policías habían tomado la plaza. Mientras, los políticos se fueron rápidamente del acto.

Como estaba anunciado, a la protesta no acudió Zapatero, convencido de que su tarea no es manifestarse, sino trabajar por los ciudadanos. Los ministros de Trabajo y Vivienda, Jesús Caldera y Carme Chacón, asistieron en calidad de dirigentes socialistas. El líder que sí compareció fue el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien confirmó personalmente que iba a acudir a la cita durante una comida en un foro económico. "¿Y qué le parece que Alcaraz no vaya?", se le preguntó al jefe de la oposición en el transcurso de una conversación informal con periodistas. "Hubiera sido mejor que fuera", reconoció Rajoy, recordando que el lema de la concentración, Por la libertad, para derrotar a ETA, coincide con el exhibido por la organización de víctimas.

No obstante, insistió en que hay que intentar entender "sus razones". En cualquier caso, Rajoy hizo hincapié en que había optado por sumarse a la protesta porque defendía sus ideas de siempre. "Ahora todo el mundo va a apoyar lo que yo he defendido en las Cortes, en contra de todos. Estoy muy contento", enfatizó. Cuando llegó a la concentración, acompañado de toda la dirección del partido, insistió en que la unidad exhibida debería servir para cerrar cualquier puerta a negociar con ETA e iniciar los trámites de la ilegalización de ANV y EHAK.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, lanzó un mensaje a la banda: "La unidad de los demócratas es la derrota del terrorismo". El resto de portavoces o representantes de los distintos grupos pronunciaron palabras similares.