Es solo una ceremonia, pero será observada con lupa. Unos, para medir cuánto respeta el nuevo lendakari socialista, Patxi López, las tradiciones y símbolos instaurados por el nacionalismo vasco, y otros, para comprobar la beligerancia con la que esos nacionalistas acogen al nuevo presidente de Euskadi.

Eso significa que no será inocuo nada de lo que hoy pase junto al árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas. Y es que la sesión extraordinaria del Parlamento vasco en la que toma posesión del cargo el nuevo lendakari se traslada a la villa foral.

Según la previsión que ayer adelantaba el servicio de protocolo de la Cámara, se cantará la canción tradicional alusiva al árbol, Gernikako arbola , se bailará el aurresku de honor y la banda de música de la Ertzaintza interpretará el himno de Euskadi. Pero esa previsión apuntaba que "el lendakari presta juramento". Sin embargo, y a tenor de las manifestaciones de López, lo que él hará será prometer y no jurar. También aclaró que, como laico, prescindirá del pasaje que en la fórmula tradicional reza "ante Dios humillado". Parece que tampoco pondrá su mano sobre un valioso ejemplar de la Biblia.

Se sabe que acudirán al acto dos vicepresidentes del Gobierno y una ministra, y que han sido invitados todos los presidentes autonómicos y las asociaciones de víctimas del terrorismo. Pero no está claro que acuda el presidente del PNV, Iñigo Urkullu.