Las diferencias entre las víctimas del terrorismo crecen por momentos. Es la principal secuela de la manifestación del sábado que convocó la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y apoyó el PP. Ni la invitación de José Luis Rodríguez Zapatero para que acudan a la Moncloa a exponer sus puntos de vista el próximo 21 de junio ha calmado las aguas. Al contrario, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, calificó ayer la iniciativa de "golpe de efecto" y dijo que acudirá "sólo por cortesía".

Alcaraz consideró que Zapatero "intenta silenciar el éxito de la manifestación" contra el diálogo. Y señaló que no comparte la falta de respuesta de anteriores juntas directivas de su asociación cuando el presidente José María Aznar negoció con ETA durante la última tregua.

La división entre las víctimas se agravó con una frase que pronunció el lunes la presidenta de la Asociación Afectados del 11-M, Pilar Manjón. "Las víctimas somos víctimas y los hermanos, aunque sean presidentes de una asociación, no lo son", dijo en alusión a Alcaraz, que perdió a un hermano y dos sobrinas en un atentado de ETA. Buena parte de las asociaciones criticaron esas palabras de Manjón, a pesar de que en la Asociación 11-M aseguraron ayer que su presidenta "nunca hizo esas declaraciones".

PALABRAS DE MANJON Mar Blanco, hermana del concejal del PP asesinado Miguel Angel Blanco, se mostró "indignada" y le exigió que "pida perdón". Carlos Martínez Gorriarán, en nombre de Basta Ya, consideró que las palabras de Manjón rozan la "astracanada".

El colectivo del 11-M explicó que se trata de un malentendido. En un comunicado aclaró que su presidenta se refería a la calificación de "víctima del terrorismo" que establece la ley de solidaridad de 1999, que no considera como tales a los hermanos de los fallecidos en atentado. Ramírez recordó que la propia Manjón reclama para su segundo hijo esa condición.

ASISTENCIA PSICOLOGICA Precisamente el Gobierno dio a conocer ayer que prepara una reforma de esa norma, cuyas principales mejoras expondrá a las víctimas en las entrevistas que el presidente mantendrá con ellas el día 21. El objetivo del cambio en la ley de 1999 es erradicar la discriminación económica que padecen algunas víctimas en función del año en que adquirieron la condición de tales.

Los familiares de los que murieron en los primeros años de la democracia perciben menos ingresos que las víctimas más recientes del terrorismo. La reforma incluirá atención psicológica permanente para las secuelas provocadas por los atentados, como reclama la Asociación 11-M, y una regulación de acceso de los afectados a las viviendas de protección oficial.