En una semana, el PP ha pasado de reabrir el debate sobre las leyes que regulan la inmigración y el empadronamiento a pedir el endurecimiento del Código Penal e, incluso, a avivar (especialmente desde Andalucía y Madrid) el debate sobre la reinstauración de la cadena perpetua. Una ofensiva sobre temas sensibles, de gran calado ideológico, que en el PSOE atribuyen a experimentos "populistas" en clave electoral del principal partido de la oposición.

La cuestión fue abordada en la ejecutiva federal de ayer, donde se coincidió en vincular la estrategia a la precampaña electoral catalana, un laboratorio ideal frente a las municipales y autonómicas del 2011. El caso de Vic y la polémica por el empadronamiento de los inmigrantes, según esta versión, ha obligado al PP a avanzar en el tiempo la reclamación de introducir restricciones en la ley de extranjería, cuya última reforma se aprobó hace un mes.

Y ese cambio en el calendario ha hecho que acabara coincidiendo en el tiempo con la petición de incremento de las penas, ya sea en el caso de los reincidentes en hurtos y pequeños delitos, como en el de la cadena perpetua, abolida tras el franquismo (lo que obligaría a tocar la Constitución).

Pero no todos los populares ven con el mismo entusiasmo una posible resurrección de esta última causa: el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, es el máximo defensor de revisar la cadena perpetua "sin complejos", mientras que la madrileña Esperanza Aguirre apuesta por recuperar esta figura penal siempre que sea revisable. El resto de la dirección conservadora se limita a reconocer que el debate está en la calle, pero no se atreve a explicar cuál es su verdadera posición al respecto.

En lo que atañe a la inmigración, el PP exige un cambio en la ley de extranjería que implique un nuevo marco de inmigración controlado por el Gobierno. Esto es, quiere que quede claro qué derechos tiene la inmigración legal frente a la ilegal, con independencia de si están empadronados o no. Dicen, además, que presentarán iniciativas en el Congreso. En realidad, volverán a presentar un paquete que ya fue rechazado.