El PSOE intentó ayer poner una venda sobre las heridas que ha abierto la reciente crisis en el Sáhara Occidental. Su secretaria de política internacional, Elena Valenciano, se reunió primero con el delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyún; después con los colectivos prosaharauis y, por último, con cargos y diputados autonómicos socialistas. A todos les trasladó que España no condenará a Marruecos por el violento desalojo a principios de mes del campamento reivindicativo situado a las afueras de El Aaiún (algo que sí han hecho varios parlamentos regionales, con el apoyo de los representantes del PSOE en esas comunidades), y a sus compañeros de partido les explicó por qué el Gobierno actúa como lo hace en este caso.

"POR DIFICIL QUE SEA" "Nuestra posición es clara aunque compleja, porque necesitamos seguir siendo interlocutores entre las partes. Queremos que el conflicto se solucione en la ONU y que el acuerdo contemple el derecho de los saharauis a decidir su futuro --dijo Valenciano tras los encuentros--. Esta es la posición que debemos mantener, por difícil que sea".

Lo es. El mensaje del Ejecutivo y del PSOE no solo subleva a los saharauis y sus simpatizantes, que lo tachan de tibio e impropio de un país con una historia compartida con la antigua colonia. También preocupa a las filas socialistas. Los cargos del PSOE que asistieron a la reunión, reconoció Valenciano, manifestaron su "preocupación" y pidieron "más claridad". El Frente Polisario y los colectivos de solidaridad con el Sáhara, por su parte, exigieron al PSOE "más firmeza" contra Marruecos.

Casi a la misma hora que la dirigente socialista conversaba con el representante del Polisario, por la mañana, el Parlamento Europeo aprobaba por unanimidad una resolución en la que se reclama una investigación internacional auspiciada por la ONU sobre lo sucedido el pasado 8 de noviembre en El Aaiún. El texto también expresa una "firme condena" de la violencia que se registró durante el desalojo, y según quien lo interprete, resulta suave o duro con Marruecos. El ministro de Comunicación del país magrebí, Jalid Naciri, dijo que el documento era "parcial" e "injusto".

"Lamentamos enormemente que el Parlamento Europeo haya dado la razón al Partido Popular español, que se ha implicado en una campaña hostil y desenfrenada contra Marruecos", concluyó Naciri.