El PSOE entablará a partir de mañana con CiU y PNV un diálogo, que seguirá con el resto de fuerzas políticas, tratando de buscar puntos de encuentro y colaboración para garantizar la estabilidad del proyecto político que lidera José Luis Rodríguez Zapatero, sin ningún tipo de condición previa ni límites.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha explicado en rueda de prensa que la Comisión Ejecutiva Federal del partido ha dado hoy el visto bueno al inicio de negociaciones tanto para la configuración de las Cortes Generales como para la investidura de Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno. "Para ponernos de acuerdo, hay que escuchar", ha subrayado Blanco, convencido de la necesidad de "explorar todas las posibilidades".

Blanco ha señalado que también hablará con el PP, aunque ha dado por hecho que este partido se abstendrá en la votación de investidura, en coherencia con lo dicho durante la campaña por su líder, Mariano Rajoy. No obstante, ha adelantado que los primeros partidos con los que se reunirá será con CiU y con el PNV, mañana por la tarde, para seguir con el resto de fuerzas políticas en días sucesivos.

Por unanimidad de la Ejecutiva socialista, el diálogo, que él mismo encabezará, persigue conseguir el más amplio apoyo posible a Zapatero para que sea investido presidente del Gobierno. Tras recalcar que ese diálogo se hará "sin ningún tipo de condición previa ni límites" y tratando de buscar puntos de encuentro y colaboración, el dirigente socialista se ha referido a la nueva etapa que el PSOE quiere llevar a cabo. Una etapa, ha añadido, que estará marcada por el diálogo, el entendimiento y la búsqueda de consenso con todos los grupos parlamentarios, a fin de garantizar la estabilidad y que el proyecto político del PSOE, que obtuvo "la confianza mayoritaria por parte de los ciudadanos", pueda ejecutarse en los próximos cuatro años.

Junto con este diálogo, la Ejecutiva socialista ha aprobado las propuestas para la dirección de los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado, así como los nombres de las personas que este partido quiere que presidan ambas cámaras: José Bono y Javier Rojo, respectivamente. Con todas estas propuestas, Blanco ha dado por abierta una nueva etapa encaminada a dar continuidad al proyecto político que comenzó hace cuatro años, cuando los ciudadanos depositaron en el PSOE su "confianza" para gobernar España. El PSOE, ha insistido, desea que en esta nueva era España y los españoles "progresen más y haya un mayor bienestar".

Respecto al futuro del que ha sido portavoz socialista en el Congreso en la pasada legislatura, Diego López Garrido, ha sostenido que "tendrá un papel"; "pero no seré yo quién hable de él, porque no me corresponde a mí", ha aclarado a renglón seguido. Con todo, ha reiterado el agradecimiento explícito que le ha manifestado la Ejecutiva del PSOE por su trabajo en estos años y ha desvelado que López Garrido ha tenido una "extensa" conversación con el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Del Gobierno, créanme, no sé absolutamente nada", ha repetido ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre la composición del futuro Gabinete.

Respecto a la formación de otros grupos parlamentarios que no han obtenido los suficientes diputados para ello, ha indicado que el PSOE tiene abiertas todas las posibilidades, siempre que estén dentro del Reglamento del Congreso.