El pulso entre el PSOE y la cúpula eclesiástica amenaza con ir a más. En su programa electoral, los socialistas se comprometen a "promocionar activamente la separación entre Iglesia y Estado y la neutralidad del Estado respecto a las creencias, religiosas o no, de los ciudadanos". El documento prevé la creación de un "Observatorio de la laicidad, la libertad de conciencia y de creencias". Y contempla la reforma del Código Penal en lo relativo a la libertad de conciencia para "equiparar la protección de todas las convicciones, con independencia de su carácter religioso".

En su apartado sobre delitos contra la libertad de conciencia, el Código Penal vigente solo contiene referencias a los sentimientos religiosos. Los socialistas quieren que se proteja de igual modo la libertad de conciencia laica e incluso atea. El programa prevé también cambiar el nombre del Ministerio de Justicia por "Ministerio del Derecho".