El Partido Popular medirá el martes en el Congreso los apoyos parlamentarios con que cuenta en su temeraria campaña de descrédito del sistema policial de escuchas telefónicas Sitel. Los conservadores defenderán una proposición no de ley en la que instan al Gobierno a elaborar una ley orgánica que regule Sitel para acabar con la "actual situación de ilegalidad e inconstitucional" que, a criterio del PP, cuestiona todos las investigaciones policiales realizadas en España desde diciembre del 2004. El Ejecutivo, y especialmente el ministro del Interior, pretendían que el rechazo a la postura del PP fuera unánime, y aislar así a los conservadores en una lucha contra los "derechos fundamentales" que, a juicio de los socialistas, "solo intenta sembrar dudas sobre cómo se hizo la investigación del caso Gürtel".