El Gobierno y el PSOE han rechazado hoy "recentralizar" el Estado autonómico y revisarlo a la baja frente al pacto que ha reclamado el PP con el fin de racionalizar el gasto de un modelo que es "muy caro" en el actual contexto de crisis. Los principales partidos políticos han tomado posición después de que el ex presidente del Gobierno José María Aznar cuestionara la viabilidad política y financiera del Estado autonómico y de que el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, planteara un pacto que permita al Estado recuperar competencias autonómicas. El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha garantizado que el Ejecutivo no va a suscitar ningún planteamiento "recentralizador o renacionalizador" de España, aunque ha admitido "distorsiones y duplicidades" en el modelo. El Estado de las autonomías establecido por la Constitución de 1978 "ha traído a los ciudadanos españoles los treinta años mejores de su historia, tanto desde el punto de vista de la convivencia democrática como desde el punto de vista de su bienestar", ha argumentado el ministro de Justicia, Francisco Caamaño. En la misma línea se ha expresado el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, quien ha subrayado que su partido no aceptará una revisión a la baja del Estado autonómico, aunque ha defendido la necesidad de ajustes en el modelo para evitar duplicidades y "ser más eficientes". Desde la oposición, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha descartado que sea necesaria una "enmienda a la totalidad" al Estado autonómico, pero ha abogado por "dar pasos", como reformar la ley de estabilidad presupuestaria, poner un techo de gasto y de endeudamiento a las autonomías y hacer una ley de unidad de mercado. Igualmente, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha considerado que es "absolutamente imprescindible" un pacto de Estado para proceder a la racionalización del modelo autonómico, ya que éste es "muy caro", y ha criticado al PSOE por no haber querido "hacer nada" al respecto. También el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz Alonso, ha estimado que es conveniente reflexionar sobre la situación actual, pero sin cuestionar el Estado autonómico porque sería "muy grave" hacerlo, aunque cree que "nadie lo ha cuestionado". Asimismo, Vicente Álvarez Areces, presidente de Asturias, lo ha defendido como un instrumento sólido para hacer frente a la crisis económica y ha advertido de que las medidas de austeridad y de control del gasto "no deben confundirse con un cambio de modelo". Formaciones como CiU, ERC e ICV han censurado la propuesta de recentralización y han llamado a formar un frente común para defender la autonomía catalana. CiU, a través del presidente de su grupo parlamentario en el Parlament, Oriol Pujol, ha mostrado su apoyo al Gobierno si quiere "adelgazar" el Estado, pero rechazará de plano la pretensión de disminuir la autonomía de Cataluña. Más lejos ha ido el secretario general de ERC, Joan Ridao, quien ha defendido la necesidad de un frente catalán unitario para "plantar cara a Madrid" y, tras recordar que el Estado concentra el 55 por ciento del total del gasto público, ha exigido que "se adelgace" y se haga "una liposucción". Joan Herrera, secretario general de ICV, ha instado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y al resto de partidos catalanes a diseñar conjuntamente una "hoja de ruta" ante la propuesta de José Luis Rodríguez Zapatero de "recentralización" del Estado de las autonomías y la de "ultrarecentralización" del PP. Ante estas críticas, el diputado del PSC en el Parlament y ex ministro de Trabajo Celestino Corbacho, ha manifestado que el Estado de las autonomías es "incuestionable" y ha postulado a los socialistas catalanes como "garantes" de este modelo. En nombre de IU, su coordinador general, Cayo Lara, también ha criticado el "ataque" al sistema autonómico que, en su opinión, comenzó el ex presidente Aznar y que parece que está empezando a asumir el Gobierno, y ha asegurado que las comunidades no son las responsables del déficit que tiene el Estado. Al debate, se ha sumado el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, quien ha dicho que le parece "muy bien" que las comunidades autónomas ajusten sus cuentas y ha apostado por "gastar menos y mejor".