Parece que la larga precampaña empieza a pasar factura al laboratorio de críticas del PP. Durante el acto de presentación de los candidatos populares de Andalucía, su líder, Mariano Rajoy, insistió ayer, en Málaga, en los mismos ataques al Gobierno que ya esgrimió el sábado en Valladolid. Reiteró que mientras él se concentra en hablar de los problemas de los españoles, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, se dedica a "pelearse con el mundo", en referencia al pulso que mantiene el PSOE con la Conferencia Episcopal.

Los populares ya han decidido que los puntos débiles de los socialistas son la economía y la lucha contra ETA, y en estos ámbitos basarán su guión electoral. Rajoy proclamó ayer que estará toda la campaña "hablando de economía", y que no abandonará los ataques al Gobierno por el fracasado proceso de paz.

Según el líder del PP, Zapatero "cambia demasiadas veces de verdad" y "ha engañado a los españoles". Más lejos fue la cabeza de lista por Málaga, Celia Villalobos, quien, en el mismo acto, pronunció el ataque más duro al afirmar que la diferencia entre PSOE y PP es que su partido no negoció "con los huesos de los muertos aún calientes".