Mariano Rajoy se plantó ayer frente a la puerta de los leones del Congreso de los Diputados para defender una proposición no de ley en la que pide que el Estatuto catalán se someta a referendo en toda España. Para reforzarla, el PP la acompañó con las más de cuatro millones de firmas que ha recabado en los últimos meses tanto en mesas petitorias como en su página web. Aunque las rúbricas no tienen validez jurídica ni utilidad parlamentaria, el PP pidió al Gobierno que las tenga en cuenta. El resto de los partidos acusaron a los conservadores de organizar un "espectáculo" y "manipular" a los españoles con una propuesta inviable.

La escenificación del acto fue inédita. Los 4.028.396 firmas llegaron pasado el mediodía a las Cortes en diez furgonetas, rotuladas con la leyenda "Solicitud de referendo. Todos tenemos derecho a opinar", que provocaron algunos problemas de tráfico y llamaron la atención de los transeúntes. Cada vehículo contenía dos o tres palés llenos de cajas (en total, 876), por lo que fue necesario utilizar carretillas elevadoras para trasladarlas. El Grupo Parlamentario Popular en pleno presenció el trasiego de cajas durante cerca de una hora. El presidente del PP catalán, Josep Piqué, y cuatro de los seis diputados catalanes del partido se fotografiaron junto a Rajoy.

"LA MAS RESPALDADA" Rodeado de cajas, el líder conservador hizo una declaración y no admitió preguntas. Rajoy definió la campaña como "la iniciativa más respaldada de la historia de la democracia", y el Estatut como "un ataque a la libertad de los españoles". Dijo que lo había hecho "para defender la nación española y la igualdad" en vista de que José Luis Rodríguez Zapatero conduce el país hacia "una confederación de estados".

Rajoy negó que su propuesta sea anticatalana y acusó al Gobierno de romper el consenso de la transición. Así, presumió de que muchos firmantes votan al PSOE porque la iniciativa no es "ni de derechas, ni de izquierdas, ni de centro", y sólo persigue que haya "menos España". Por culpa del Estatut, el Estado estará "débil, menguado, sin competencias ni recursos, sin dinero", auguró.

SIN VERIFICACION Como informó la Agencia de Protección de Datos (APD), las firmas no tienen ninguna validez, ya que no pueden ser cruzadas con una base de datos oficial para verificar que son auténticas, debido a que el PP no pidió a cada firmante la autorización para hacerlo. El PP aduce que ha "depurado" unas 273.000, las claramente falsas.

Todos los grupos políticos cargaron contra el PP. La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, dijo que el PP "sólo ha sido capaz de recabar unos cuantos votos, muchos menos de los que tenían", ya que se han quedado fuera "un 60% de votantes". De los cuatro millones de firmas, el PP catalán recopiló unas 40.000 hasta el 5 de abril, sin contar con la web del PPC.